Buscar el lugar donde
decidirás vivir puede ser muy emocionante. y, a la vez, muy divertido.
Tu casa ideal existe y te
vamos a ayudar a encontrarla. Cuando la conozcas, no dudarás, sabrás que
es ella, emprende el camino con mucha ilusión y con una buena dosis de
espíritu aventurero, nosotros vamos a acompañarte.
Cada uno es cada uno, piensa como piensa y vive como vive. En esto
de las casas, como en casi todo, no hay reglas generales, por eso, es
importante que te plantees las cosas de manera individual, a solas contigo
mismo. Nadie va a saber mejor que tú si prefieres la ciudad al campo, un
ático a un sótano. Tómate el tiempo necesario para descubrir qué es lo
quieres. Valora si prefieres comprar o alquilar, ambas opciones son
válidas y te explicamos las diferencias, las ventajas e inconvenientes de
ambas. Después, sólo tienes que hacerte tres preguntas: cómo, dónde y
cuánto, y, finalmente, anotar lo que resulte en la lista de la
compra.
Nos encontramos a menudo discutiendo si
es mejor vivir dentro o fuera de la ciudad, si un ático o un piso, si
exterior o interior, si particulares o agencia. Pero el tema preferido es
si comprar o alquilar. Las opiniones se dividen, se defienden con pasión
ambas posiciones, y la conclusión es que cada opción tiene sus ventajas y
sus inconvenientes. En esto, como en todo, hay gustos.
¿Alquilar?
Con esta locura adquisitiva que nos rodea, parece que
alquilar está desfasado. Incluso que es tirar el dinero por la ventana.
¿Qué hay de cierto en esto?.
Ventajas generales de alquilar
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En ocasiones se puede acceder a un sitio mejor situado, más
grande, con más instalaciones.
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Las gestiones y el papeleo son mínimas: no hay que solicitar
hipoteca, ni acudir al registro de la propiedad, ni contratar a un
notario.
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La decisión es más ágil.
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Si te equivocas es menos traumático.
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Se abandona más fácilmente.
Ventajas económicas de alquilar
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No se necesita disponer de ahorros ni de grandes cantidades
iniciales.
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No hay gastos de apertura de hipoteca, ni registro, ni
IVA.
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El mantenimiento, generalmente, corre por cuenta del
dueño.
Inconvenientes generales de alquilar
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La permanencia en la casa depende de que te renueven el
contrato o si necesitan ocuparla los dueños.
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Quizás no te dejen hacer obra, ni reformas, aunque
quieras.
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Tienes una relación obligada con el dueño.
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Dependes de las normas del dueño por encima de las de la
comunidad de vecinos (sobre tenencia de animales, por ejemplo).
Inconvenientes económicos de alquilar
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Pierdes los gastos de instalación eléctrica, telefónica, gas o
fontanería.
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Si haces arreglos o reformas, la cantidad invertida se
pierde.
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No se revaloriza la inversión.
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La subida de la renta a los cinco años puede ser muy
costosa.
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Penalización económica si dejas la casa antes de la
finalización del contrato.
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En el futuro, la pensión puede no llegar a cubrir el
alquiler.
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Cada año sube con el IPC.
¿Comprar?
Ventajas generales de comprar
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Ser propietario, da seguridad y estabilidad.
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Puedes hacer las obras que quieras.
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Puedes tenerla vacía, vivir en ella o alquilarla.
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No tienes la presión de un dueño a quien dar
cuentas
Ventajas económicas de comprar
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Es un bien que se revaloriza.
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El importe del crédito mensual, puede suponer casi lo mismo que
un alquiler.
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Sirve como sistema de ahorro.
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Los arreglos, reformas y gastos de instalación aumentan el
valor del inmueble.
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Tiene ventajas fiscales.
Inconvenientes generales de comprar
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Es una decisión mucho más complicada.
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Hay que hacer muchas gestiones y papeleo.
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Normalmente, implica hacer obras.
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Hay que tratar con muchos profesionales como el banco, el
notario, el registrador o los albañiles.
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Se tiene la responsabilidad sobre los daños del
inmueble.
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Siempre hay algo nuevo que arreglar en el edificio.
Inconvenientes económicos de comprar
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Hay que contar con un fuerte desembolso inicial.
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Todas las gestiones tienen gastos añadidos muy fuertes: IVA o
impuesto de transmisiones patrimoniales, apertura de hipoteca,
registro, hacienda, escrituras y a veces la plusvalía.
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Durante los primeros años, el pago mensual de la hipoteca
prácticamente sólo cubre los intereses y se sigue debiendo al banco
casi lo mismo que se pidió en su día.
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Hay que pagar la comunidad.
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A los gastos de comunidad, hay que sumarle las
derramas.
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Conviene contar con los gastos de un seguro.
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