a) Un caso frecuente
Uno de los asuntos que con cierta frecuencia se plantean en
los despachos notariales es el de los padres que están
pensando en formalizar en vida el reparto de todo o parte del
patrimonio que poseen entre sus hijos, adjudicando a cada uno
de ellos una parte concreta, con el fin de evitar en la medida
de lo posible que en el futuro puedan surgir discrepancias o
desencuentros entre ellos. Se trata, suelen decir, de "dejar
todo arreglado" para cuando los padres falten.
Una variante del mismo caso es la de los padres que quieren
donar (regalar) a uno de sus hijos un inmueble, pero no es su
intención desigualar a sus otros hijos, a los que les han
compensado antes o tienen previsto hacerlo en el futuro, bien
por medio de donación de otro inmueble, bien porque les han
ayudado a abonar la hipoteca, bien porque les han entregado
dinero, o bien por cualquier otra circunstancia.
Los padres suelen decir que quieren "poner a nombre de un
hijo" un inmueble, pero, como es natural, sin determinar de
qué manera, o por medio de qué negocio jurídico, van a lograr
ese resultado. Es esta una materia que requiere especialmente
el asesoramiento notarial individualizado, porque existen
multitud de matices o situaciones particulares, y ha de
elegirse la solución que mejor se ajuste a cada caso. Sin ser
exhaustivos, y a modo de ejemplo, señalemos unas cuantas
situaciones posibles:
Padres que regalan un inmueble a su hijo, pretendiendo
compensar posteriormente a los otros a través de un reparto
desigual de la herencia, o bien a través de dinero, o
ayudándoles a pagar un préstamo, regalándoles a su vez otro
inmueble, etc. También cabe otra posibilidad, y es que quieran
conscientemente mejorar a un hijo frente a los demás, es
decir, entregarle más patrimonio a él que a los otros, por las
razones que sean, normalmente de índole personal.
Además, los padres pueden querer que el hijo sea
propietario inmediatamente del inmueble, o demorarlo al
momento del fallecimiento de ellos. Y en el primer caso,
pueden preferir reservarse el uso del inmueble, o la
posibilidad de revocar ese regalo, o la posibilidad de
venderlo en caso de necesidad, o quizá no reservarse nada y
regalarlo de manera definitiva.
Igual lo que pretenden los padres es proceder a un reparto
completo de lo principal de su patrimonio entre sus hijos, o
al revés, se trata solamente de algo puntual, de un bien
concreto, etc. La gran variedad de posibilidades, aquí
simplemente apuntada, unido al hecho de que cada familia es
diferente, y de que hay que tener en cuenta sus respectivas
circunstancias personales, hacen imprescindible un
asesoramento especializado. No obstante, aquí le vamos a
ofrecer una "puesta en situación" sobre la materia. Costes
económicos de uno y otra.
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